El acto, que tuvo lugar la mañana del viernes pasado, estuvo a cargo de la Comisión por la Memoria del Hospital, y participaron familiares y víctimas de la represión que comenzó en el nosocomio el 28 de marzo de 1976, cuando el mismo general Bignone con un grupo de uniformados, que se dieron a conocer como Swat, ocuparon el lugar.
"Este Hospital es mí Hospital. Por eso vengo acá. Por eso participo y cada vez que necesito algo estoy acá. Porque cuando estoy acá me siento más cerca de Gustavo", le expresó Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, a ADN.
En aquel predio funcionó el Centro Clandestino de Detención y Exterminio (CCDE), conocido como "El Chalet", por el cual pasaron médicos y enfermeros, además de vecinos. Este centro de tortura se ubicó en un edificio en el interior del nosocomio, que era un lugar destinado a la vivienda del director finalmente destituído, y reemplezado por el coronel médico Agatino Di Benedetto.
"Tenemos que continuar desde cada lugar, desde lugares de estudio o de trabajo para poder conocer la verdad de lo que pasó, para recordar a los 30.000 compañeros detenidos desaparecidos", anunció entusiasmada Cortiñas, al iniciar su discurso cerca de las once horas en el Aula Magna "Los Compañeros", ubicada en el primer piso del Hospital."Este tipo de actividades son muy fuertes para nosotros. Porque nos encontramos con amigos y compañeros de nuestros viejos", sostuvo a ADN, Adrián Cuello, hijo de María Teresa de Cuello, trabajadora encargada de la esterilización de elementos médicos, desaparecida 26 de noviembre de 1976.
A finales del año 1976, "llegaron de noche. Encapuchados. `Guerrilleros de mierda, ¿donde están las armas?',nos dijeron. Ahí no más la metieron a mi vieja al cuarto de al lado. Después no supimos más nada", recordó Cuello, que actualmente trabaja en el mismo hospital donde su madre participaba políticamante. "Eso es parte del trabajo que hizo la Comisión por la Memoria del Hospital. Trabajó mucho. Nos contuvo mucho", resaltó el hombre que presenció el secuestro de su madre a los 12 años, y que perdió a su hermano tiempo atrás, tras quitarse la vida.
Durante su discurso, Nora Cortiñas expresó su conformidad con el juicio por la Mansión Seré, un centro clandestino de detención que tuvo lugar en Castelar, en el predio conocido como Gorki Grana. El mismo comenzó el 26 de marzo, y se se analiza la responsabilidad de ocho represores por delitos cometidos en perjuicio de 97 víctimas ocurridos en la Subzona 16, como era llamada la zona oeste de Buenos Aires (Morón, Ituzaingó y Hurlingham, Merlo y Moreno) durante la dictadura cívico militar.
En este juicio, los crimenes que se investigan son privación ilegal de la libertad agravada, tormentos y homicidios bajo la órbita de la Subzona 16 del Primer Cuerpo de Ejército, donde tuvo también injerencia la Iª Brigada Aérea de El Palomar, la VIIª Brigada Aérea de Morón y las Comisarías 1ª (seccional Morón), 2ª (seccional Haedo) y 3ª de Morón (seccional Castelar).