La deportación, como represión o como amenaza, infunde temor a una población frecuentemente sospechada y deslegitimada por su condición de extranjera, a la vez que la amordaza en sus posibilidades de reclamo, de denuncia y de defensa.
La última iniciativa del macrismo, conocida como “Proyecto de reorientación de los flujos migratorios internos de la Argentina”, consistente en un plan para trasladar a los inmigrantes extranjeros que viven en el conurbano bonaerense o en la Capital Federal hacia las provincias, desnuda que estas no son medidas aisladas sino una política impuesta a los trabajadores migrantes para descargar la culpa de la falta de empleo y las pésimas condiciones de vida en las mismas víctimas y no en las políticas de ajuste del gobierno.
Por todo esto, en nuestro segundo encuentro los ejes serán las políticas oficiales y las diferentes experiencias territoriales, analizadas por expertos, movimientos sociales y migrantes en general. A partir de allí, buscaremos avanzar en iniciativas conjuntas que nos permitan enfrentar esta problemática que golpea a una importante masa de trabajadores.