La investigación, que fue publicada ayer en la revista Science bajo el nombre "La estructura cristalina de la proteasa principal del SARS-CoV-2 proporciona una base para el diseño de inhibidores mejorados de α-cetoamida", fue anunciada luego en un comunicado de la universidad.
Concretamente, el equipo de investigación liderado por Rolf Hilgenfeld logró a través de la combinación de procesos de laboratorio, rayos X y cálculo matemáticos "encontrar la estructura de la principal proteasa viral (Mpro, también llamada 3CLpro)" involucrada en "la formación del complejo de replicación del coronavirus", esto es, una proteína clave en la capacidad del virus de replicarse.
Tras formular el compuesto, el equipo examinó su comportamiento en ratones sanos y demostró que no es tóxico y se administra mejor por inyección debajo de la piel o por inhalación.
No obstante Hilgenfeld alertó que "sin duda, tomará varios años para que nuestro ingrediente activo se convierta en un medicamento contra el coronavirus" y explicó que "si todo sale bien, el medicamento podría estar disponible para el SARS-CoV-3, pero ciertamente no durante el brote actual".